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lunes, 19 de febrero de 2024

Qué significa realmente el libre comercio y por qué debemos tener cuidado

En un momento en el que algunos sueñan con un comercio virtuoso, ecológico y protector, hay que recordar cómo los acuerdos de libre comercio traen consigo la especialización de las economías, el debilitamiento de la productividad y, en definitiva, la caída de los salarios reales
Romaric Godin, Mediapart

En los debates recurrentes sobre los distintos acuerdos de libre comercio y el lugar que ocupa la agricultura en ellos, a menudo se olvida un elemento: los fundamentos teóricos de esta política de liberalización del comercio. Recordar estos fundamentos nos permite adoptar un enfoque muy diferente al de los debates actuales, que a menudo no aciertan.

El punto de partida de la voluntad de liberalizar el comercio es la famosa teoría formulada por el economista británico David Ricardo en 1817, en el capítulo 7 de sus Principios de economía política y fiscalidad. Esta teoría de la "ventaja comparativa" se oponía a la formulada tres décadas antes por Adam Smith en su Riqueza de las naciones (libro II, capítulo 5).

Para Smith, el comercio internacional tenía que ver con el excedente de producción que el consumo nacional no podía absorber. Este excedente puede venderse en el extranjero, y este comercio no tiene más que ventajas: fomenta la productividad de las actividades en cuestión y permite financiar la compra de lo que el país no produce.

Esta visión, resumida por la expresión "vent for surplus", supone que el comercio es simplemente el producto de un excedente. Por lo tanto, se da prioridad a las necesidades domésticas. La teoría de Smith siempre ha sido considerada por los primeros economistas capitalistas como una especie de "reliquia mercantilista", en palabras de John Stuart Mill.

sábado, 3 de marzo de 2018

El libre comercio, religión de Estado de la Unión Europea


Bernard Cassen, Público

Para la mayoría de los economistas, sobre todo dentro del ámbito universitario, existe una creencia que se perpetúa hace más de medio siglo y que, entre los más ortodoxos, es rayana en la idolatría: la creencia en las bondades universales del libre comercio. Para ellos, no se trata de una hipótesis de trabajo que deba confrontarse a realidades de terreno que varían de acuerdo al lugar y al momento, sino de un dogma de fe. Si por lo menos esta teoría diera solamente lugar a coloquios de eruditos, no habría motivo alguno para otorgarle una importancia particular. Es pasar de la teoría a la práctica lo que plantea un problema: el libre comercio ha abandonado efectivamente los pies de página de las publicaciones especializadas para convertirse en un principio de organización de las relaciones económicas y sociales a escala planetaria. Esta palanca política ha sido minuciosamente construida tras la Segunda Guerra Mundial.

Todo comenzó con la producción intelectual de numerosos think tanks estadounidenses masivamente financiados por las grandes empresas con la finalidad de poner en cuestión el paradigma keynesiano estigmatizado por Friedrich Hayek, autor de Camino de servidumbre, publicado en 1944 en Estados Unidos, y premio Nobel de Economía en 1974. Esta cruzada ideológica prosiguió con la colonización de los departamentos de Economía de las universidades y con la marginalización de las voces disidentes. Una vez elaborado y predigerido este nuevo pensamiento, lo único que faltaba era inyectarlo en las sociedades. De esta tarea se encargó el aparato mediático con, en primera línea, los periodistas económicos y los “expertos” de todo tipo. Se reunían las condiciones para que la globalización neoliberal se presentara a la opinión pública no solo como natural e inevitable, sino también como algo eminentemente deseable.

viernes, 19 de agosto de 2016

Poder corporativo, libre comercio y fraude fiscal: una sola ecuación


Desde mediados de la década del noventa el movimiento social a nivel global comenzó a colocar como prioridad en sus agendas de lucha el tema comercial, dándole especial énfasis a una crítica completa al paradigma del libre comercio, que se colocó como premisa teórica de la puesta en marcha de la globalización neoliberal.

El primer escenario de la batalla contra el paradigma del libre comercio fue la Organización Mundial del Comercio (OMC), en donde se avanzó creando un entramado jurídico global de carácter obligante que profundizó la lógica de la desregulación comercial: agresivas desgravaciones arancelarias; eliminación de marcos regulatorios al capital financiero; y fortalecimiento de la protección unilateral a las inversiones externas.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Jean-Claude Juncker deja a Europa en manos de las multinacionales

Adrián Levy Pernudo, AlaiNet

Unas 350 multinacionales habrían evadido impuestos a través de un sistema de ingeniería fiscal situado en Luxemburgo, según una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y un equipo de más de 80 profesionales de la información de 26 países. El escándalo Luxleaks afecta al actual presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien fue ministro de Finanzas y primer ministro del pequeño Gran Ducado entre 1995 y 2013.

jueves, 18 de julio de 2013

Joseph Stiglitz: La farsa del libre comercio

Joseph Stiglitz, Project Syndicate

Aunque la Ronda de Doha para el Desarrollo de negociaciones comerciales mundiales de la Organización Mundial del Comercio no ha dado resultado alguno desde que se lanzó, hace doce años, se está preparando otra ronda de negociaciones, pero esta vez no tendrán carácter mundial y multilateral, sino que se negociarán dos enormes acuerdos regionales: uno transpacífico y otro transatlántico. ¿Hay más probabilidades de que las próximas negociaciones den resultado?

sábado, 2 de marzo de 2013

Impuestos, paraísos fiscales, bancos y zonas de libre comercio

Rober Gonpane, La Marea

¿Queremos un estado pequeñito y barato o un estado lo suficientemente grande como para garantizar a la ciudadanía seguridad, justicia, sanidad, educación, pensiones y un mínimo vital para que a nadie le falte lo más básico?

Después de responder a esta pregunta, y no antes, habría que empezar a hablar de cómo financiar ese estado; de fiscalidad, fraude, evasión y, cómo no, de paraísos fiscales. Mi respuesta está clara: yo no creo que el mercado se regule solo. Los estados deben ser lo suficientemente fuertes como para imponer un régimen fiscal que financie los servicios sociales que presta y consiga una justa redistribución de la riqueza, que nada tiene que ver con la caridad o la responsabilidad social corporativa. Al evitar la acumulación de la riqueza en las clases dominantes no se les está librando del pecado capital de la avaricia; se está salvando al capitalismo de uno de sus principales fallos de diseño.

martes, 11 de octubre de 2011

El pensamiento mágico de Milton Friedman


Dani Rodrick, Project Syndicate

El próximo año será el cien aniversario del nacimiento de Milton Friedman. Friedman fue uno de los principales economistas del siglo XX, galardonado con el Premio Nobel que hizo notables contribuciones a la política monetaria y a la teoría del consumo. Sin embargo, será recordado sobre todo como el visionario que ofreció el motor intelectual a los entusiastas del libre mercado durante la segunda mitad del siglo, y como la eminencia gris detrás del cambio espectacular en las políticas económicas emprendidas después de 1980.

En un momento en que el escepticismo en los mercados es galopante, Friedman explicó en un lenguaje claro y accesible que la empresa privada es el fundamento de la prosperidad económica. Todas las economías exitosas están basadas en el ahorro, el trabajo duro y la iniciativa individual. Se oponía a la regulación gubernamental que obstaculizaba la iniciativa empresarial y limitaba los mercados. Lo que Adam Smith fue para el siglo XVIII, Milton Friedman lo fue para el siglo XX.

martes, 7 de septiembre de 2010

Bajo la trampa de la globalización y el caos de las ventajas absolutas

Paul Craig Roberts, CounterPunch

¿Se han hecho los economistas a sí mismos irrelevantes? Si tiene alguna duda, eche un vistazo a la edición actual de la revista The International Economy, una publicación de excelente presentación que cuenta con el respaldo de los ex presidentes de la Reserva Federal Paul Volcker y Alan Greenspan, además del presidente del Banco Central Europeo Jean-Claude Trichet, el ex secretario de Estado George Shultz, el New York Times y el Washington Post, diarios que aseguran que la revista se encuentra “a la cabeza del pelotón.”
El artículo principal del último número es El gran debate sobre el estímulo (1) ¿Contribuye el estímulo fiscal de Obama a la mejora de la economía o es un obstáculo para ésta?

El profesor de economía de Princeton y columnista del New York Times Paul Krugman y el jefe economista de Moody's Analytics Mark Zandi representan la perspectiva keynesiana según la cual el gasto de público a cuenta del déficit es necesario para sacar la economía de la recesión. Zandi afirma que gracias al estímulo fiscal la economía ha hecho enormes progresos desde principios de 2009, una opinión compartida por el Consejo presidencial de asesores económicos y la Oficina de Presupuestos del Congreso.

El punto de vista opuesto, defendido por el profesor de economía de Harvard Robert Barro y otros economistas europeos como Francesco Giavazzi y Pagano Marco así como el Banco Central Europeo, asegura que los excedentes presupuestarios logrados por el Gobierno mediante el recorte del gasto estimulan la economía al reducir la ratio de la deuda respecto al producto Interno bruto. Se trata de la escuela de economía del tipo “si no tienen pan, que coman torta.”

sábado, 19 de septiembre de 2009

Algunos mitos claves del "libre comercio"

A propósito de la próxima aplicación de impuestos a las importaciones de acero y neumáticos de China en Estados Unidos, que ha enfurecido al gigante asiático, hay un hecho que no se puede pasar por alto. La próxima G20 se realiza en Pittsburgh, que fue justamente la principal ciudad acerera de Estados Unidos hasta principios de los años 80, cuando el libre comercio la hizo decaer desmantelando todo ese sector industrial. La ex ciudad del acero que figura en la pelìcula The Deer Hunter, de 1977 (los personajes que interpretan Robert DeNiro y Christopher Walken, trabajan en una acerera), es un testigo directo de los cambios que implica el libre comercio.

domingo, 29 de junio de 2008

Cae confianza en el libre comercio

El alza mundial en los precios de los alimentos tiene en jaque a la OMC y los tratados de libre comercio. Tras seis décadas de expansión del comercio mundial se ha llegadio a una situación que pone en peligro la estabilidad de todo el planeta. La creación de burbujas especulativas en todos los ámbitos, merced a la carencia de controles, está llevando al modelo vigente a un chirriante frenazo.

En muchos países han comenzado protestas callejeras contra el libre comercio. Y así como se exige que EEUU y Europa terminen con los subsidios agrícolas, países como India y Vietnam (los mayores productores de arroz) están prohibiendo las exportacioes para asegurar el consumo interno. Egipto e Indonesia también han prohibido las exportaciones de granos.

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