jueves, 11 de agosto de 2016

Bancos estresados, estímulos monetarios y consecuencias neoliberales

Paula Bach, Izquierda Diario

Una buena para la economía europea: las recientes pruebas de resistencia de los bancos arrojaron mejores resultados que en 2014. La mala es que nadie cree en la validez de las pruebas. El resultado: aunque la mayoría de las 51 entidades sometidas al simulacro lo superó con éxito, en los días inmediatos posteriores, las pérdidas de las acciones bancarias superaron los 45.000 millones de euros. Una semana después la tendencia continuaba y la banca europea había perdido cerca del 4% de su valor bursátil.

De todos modos, tampoco la totalidad de los bancos pasó el test satisfactoriamente. La nota la dio el italiano Monte dei Paschi, el tercer mayor banco de Italia, que hubiera quebrado de hacerse realidad uno de los peores escenarios del simulacro. Horas antes de conocerse los resultados del “juego” se supo que en el “mundo real” el banco había sido sometido a un rescate que involucra una titularización de activos incobrables de magnitud sin precedentes en Italia. También dos bancos irlandeses, un banco austríaco y los alemanes Deustche Bank y Commerzbank, mostraron situaciones de diversa vulnerabilidad.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Reforma monetaria: herejes contra excéntricos

Alejandro Nadal, La Jornada

Apartir de la crisis de 2008 han surgido nuevas interpretaciones y visiones sobre el papel del dinero y los bancos en la economía. Estas novedosas perspectivas monetarias son muy diferentes a los enfoques de la teoría económica convencional. Pero hoy existe una polémica entre los opositores a la teoría tradicional ubicados al interior de las universidades y los que trabajan desde la sociedad civil.

La nueva discusión gira alrededor de la teoría de la moneda endógena en una economía capitalista. La idea es sencilla y a partir de la crisis de 2008 existe una mejor percepción sobre la manera en que los bancos pueden crear moneda de la nada. Es decir, el funcionamiento de los bancos no se limita a recibir en depósito los ahorros del público para prestárselos a los inversionistas que los quieran invertir.

Desde la sociedad civil hoy se comprende mejor que antes que cuando un banco otorga un crédito a una persona le abre una cuenta con un saldo a su favor por el monto del préstamo. No necesita ir a su bóveda para ver si le quedan depósitos que pueda prestar. El banco crea efectivamente dinero de la nada. Pero la teoría económica convencional sigue aferrada a la idea de que los bancos comerciales privados son simples intermediarios entre ahorradores e inversionistas.

martes, 9 de agosto de 2016

Joseph Stiglitiz: La globalización y sus nuevos malestares

Joseph Stiglitz, Project Syndicate

Hace quince años escribí un pequeño libro titulado El malestar de la globalización, este libro describía la creciente oposición en el mundo en desarrollo a las reformas globalizadoras. Era algo muy misterioso: a las personas en los países en desarrollo se les había dicho que la globalización aumentaría el bienestar general. Si ese era el caso, ¿por qué tantas personas se tornaron hostiles a la globalización?

En la actualidad, a dichos opositores a la globalización en los mercados emergentes y los países en desarrollo se les han unido decenas de millones de personas en los países avanzados. Las encuestas de opinión, incluyendo un cuidadoso estudio realizado por Stanley Greenberg y sus asociados para el Instituto Roosevelt, muestran que el comercio es una de las principales fuentes de malestar para un gran porcentaje de estadounidenses. Puntos de vista similares se hacen también patentes en Europa.

¿Cómo puede ser tan vilipendiado algo que nuestros líderes políticos – y muchos economistas – dijeron haría que todos estemos mejor?

Los medios británicos y la invasión de Irak

Pablo Navarrete, Monitor de Oriente

El pasado 6 de julio, más de 13 años después de que el gobierno británico se uniese a EEUU, Australia y Polonia en la invasión de Irak, con el propósito declarado de eliminar las armas de destrucción masiva de Saddam Hussein, el informe de investigación de Irak fue finalmente publicado, recibiendo mucha atención de los medios. Este informe, conocido comúnmente como el “Informe Chilcot”, después de que Sir John Chilcot fuese nombrado en 2009 por el entonces primer ministro de Trabajo, Gordon Brown, como el encargado de examinar la participación británica en Irak entre 2001 y 2009. De acuerdo con un informe de 2015 de la ONG Médicos por la Responsabilidad Social (www.psr.org/assets/pdfs/body-count.pdf), la invasión de marzo de 2003 y la ocupación de Irak tuvo como consecuencia la muerte de alrededor de un millón de iraquíes en el período comprendido entre la invasión y 2012; lo que representa alrededor del 5% de la población iraquí. Además, 179 soldados británicos murieron en Irak entre 2003 y 2009.

Los siete años que ha tardado el informe Chilcot en materializarse se han caracterizado por los repetidos retrasos en su publicación. Por ejemplo, el Ministerio de Asuntos Exteriores apeló con éxito contra el fallo de un juez y bloqueó la divulgación de extractos de una conversación entre el presidente estadounidense, George W. Bush y el primer ministro Tony Blair, que tuvo lugar días antes de la invasión. ¿La razón? De acuerdo con el gobierno británico, se dijo que representaría un “peligro significativo” para las relaciones británico-estadounidenses. Sin embargo, al final, los 2,6 millones de palabras del informe todavía contienen una dura crítica hacia el gobierno británico, y hacia Blair en particular. En un pasaje, Chilcot espeta: “A principios de diciembre [2001], la política de Estados Unidos había comenzado a cambiar y el Sr. Blair había sugerido que los EEUU y el Reino Unido debían trabajar en lo que describió como una ‘estrategia inteligente’ para el cambio de régimen en Irak, que se construiría con el tiempo”.

lunes, 8 de agosto de 2016

¿Está el Estado del Bienestar muerto? Crítica a Yanis Varoufakis

Vicenç Navarro, Público

Siempre leo con gran interés los escritos de Yanis Varoufakis. Y frecuentemente cuelgo en mi blog sus entrevistas o conferencias que me llegan, tanto aquellas con las que estoy de acuerdo como aquellas con las que estoy en desacuerdo. Naturalmente que coincido con sus críticas a la Troika y al comportamiento del Eurogrupo (los ministros de Economía y Finanzas de los países de la Eurozona), y muy en especial en el caso griego, aunque en este último caso difiero respecto a algún componente de su crítica y de las conclusiones a las que llega en base a tal crítica, como consta en el artículo escrito hace ya casi un año en Público (“Crítica amistosa a Varoufakis y a sectores de las izquierdas sobre lo ocurrido en Grecia”, 19.10.15). Saludo también el establecimiento de un movimiento europeo que él ha fundado, y que ahora lidera, cuyo objetivo es la democratización de la gobernanza de Europa, gobernanza carente hoy de las más mínimas reglas de convivencia democrática, aunque ahí tenga yo también algunas diferencias con él. Tales diferencias alcanzan su máximo nivel cuando en una conferencia reciente, que detallaré más tarde en el artículo, ha hecho la acusación de que los Estado del Bienestar en los países capitalistas desarrollados están ya muertos, junto con los partidos socialdemócratas que los establecieron, proponiendo en su lugar que se establezca la Renta Básica Universal (RBU), de la que es uno de los máximos promotores. No hay duda de que la socialdemocracia en Europa está en declive. Pero asumir que el Estado del Bienestar está también muerto me parece un gran error. En ambas “muertes” Varoufakis atribuye tal situación a que los Estados-nación ya no pintan nada, pues han perdido toda soberanía. Y ahí está la raíz de nuestro desacuerdo.

¿Ha muerto el Estado-nación?

Creo que una de las raíces de este desacuerdo es su visión de los Estados-nación, a los que considera carentes de poder y capacidad de decisión, especialmente aquellos que forman parte de la Eurozona. Así, en un interesante libro publicado en 2016, Un plan para Europa, de Icaria Editorial (escrito conjuntamente con Gerardo Pisarello –una de las mentes más claras en el movimiento progresista catalán–, con cuyas tesis estoy totalmente de acuerdo), Varoufakis, en la parte del libro en la que expone sus tesis en forma de entrevista, indica que los Estados-nación han perdido toda su soberanía, habiéndose convertido en parte del problema en lugar de la solución. Así, señala que los gobiernos hoy “transmiten a los parlamentos lo que queda decidido a nivel del Eurogrupo (o de la Cámara Europea o del Consejo Europeo) y los parlamentos solo están para que se les ordene lo que deben hacer” (p. 66).

La economía británica se desangra tras el Brexit

Marcelo Justo, Página 12

El impacto del Brexit en la economía no está dejando títere con cabeza. Ante la caída del sector manufacturero y los servicios luego del referendo del 23 de junio, el Banco Central de Inglaterra intervino esta semana bajando las tasas de interés a su nivel más bajo en décadas y anunciando un masivo programa de emisión de dinero electrónico. El ministro de finanzas Philip Hammond celebró el anuncio, las acciones subieron, la libra cayó y no hay la más mínima garantía de que con estas medidas se pueda parar la hemorragia.

Los datos de la economía británica esta semana prepararon el camino para el anuncio del Banco de Inglaterra. El lunes se supo que en julio se había registrado la peor caída de actividad manufacturera desde 2012. En el sector de Servicios, que incluye desde hotelería hasta informática y finanzas, hay que retrotraerse a la recesión global de 2009 para observar una disminución similar de la actividad.

Ante este panorama y en un intento de evitar errores pasados, el Banco de Inglaterra intervino con una disminución de la tasa de interés que pasó del 0,50 al 0,25%, su nivel más bajo desde la posguerra. Al mismo tiempo anunció un nuevo programa de flexibilización cuantitativa (quantitative easing) equivalente a unos 100 mil millones de dólares para estimular el crédito, el consumo y la producción.

domingo, 7 de agosto de 2016

Los Juegos Olímpicos del “fora Temer”

Emir Sader, Público.es

Se veía venir. El mismo presidente golpista Michel Temer había dicho que “estaba preparado para ser abucheado”. Pero no lo estaba. Todos lo estaban excepto él.

Tuvo que vivir durante todo el día las manifestaciones en Copacabana y en otros lugares de Río de Janeiro, grandes expresiones populares de gente llegada de varias partes del país, pero también de extranjeros que se han unido a los brasileños en un unísono “¡Fuera Temer!”.

El mandatario se intentó blindar de todas la maneras posibles de las manifestaciones en la ceremonia de apertura en el estadio Maracaná. Trató, por ejemplo, de elevar el sonido durante su discurso, en sus apenas diez segundos de intervención en la apertura de los Juegos Olímpicos. También trataron, de manera grotesca, de evitar cualquier mención expresa al presidente, que ya es conocido en Brasil con el sobrenombre de Michel Fora Temer (Michel Fuera Temer).

Un presidente que tuvo que pasar prácticamente en el anonimato toda la ceremonia inaugural, sin ninguna mención en los discursos. Nada. No obstante, bastó que pronunciara sus breves y burocráticas palabras para que el abucheo más grande se abalanzara sobre él.

viernes, 5 de agosto de 2016

El papa Francisco defiende al islam y fustiga el terrorismo de los yihadistas y del dinero

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

En su vuelo de regreso de Polonia la última semana de julio, el Papa, jesuita argentino, Francisco condenó la falsa sinonimia entre islam y terrorismo: "Identificar al Islam con la violencia ni es justo, ni es cierto".

Afirmó que "casi todas las religiones tienen un pequeño grupo de fundamentalistas" que incluyen a los católicos.

La condena vino un día después del execrable degollamiento del prelado católico Hamel en un altar, ante dos monjas, por dos jóvenes yihadistas salafistas en Normandía (Francia), que ultrajó al mundo católico de mil 200 millones, en particular, y al mundo cristiano de 2 mil 200 millones, en general (30 por ciento del planeta).

La comunidad musulmana de Francia rechazó enterrar al asesino yihadista del prelado católico francés debido a que “mancilló al islam (https://goo.gl/OTLsJu)”.

En referencia a los yihadistas salafistas de ISIS/Daesh, el Papa aseveró que se presentan con una violenta carta de identidad, pero eso no es el islam sobre el que ha hablado con varios imames (prelados religiosos musulmanes): “Sé cómo piensan y están buscando la paz (http://goo.gl/5VRB0H)”.

jueves, 4 de agosto de 2016

Renta ciudadana: una salida viable a la crisis mundial

Leonardo Boff, Alainet

La crisis económico-financiera de 2007-2008 estremeció los fundamentos de la economía capitalista (esta es su modo de producción) y el neoliberalismo (este es su expresión política). La tesis básica era dar primacía al mercado, a la libre iniciativa, a la acumulación privada, a la lógica de la competición en detrimento de la lógica de la cooperación y a un Estado mínimo. El lema en Wall Street de Nueva York era: greed is good, la codicia es buena. Quien mira desde una perspectiva mínimamente ética ya podía saber que un sistema montado sobre un vicio (codicia) y no sobre una virtud (bien común), jamás podría resultar bien. Un día se derrumbaría.

El derrumbe empezó con la quiebra de uno de los mayores bancos norteamericanos, el Lehman Brothers, llevando todo el sistema bancario y financiero a una inconmensurable crisis. En pocos días se pulverizan billones de dólares. Parecía el fin de este tipo de mundo. Ojalá lo fuera.

Curiosamente, los que despreciaban el Estado, reduciéndolo al mínimo, tuvieron que recurrir a él, de rodillas y con las manos juntas. Los bancos centrales de los Estados tuvieron que habilitar billones de dólares para salvar las instituciones financieras quebradas. La máquina de hacer dinero giraba a máxima velocidad, día y noche.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Las confesiones del FMI

Alejandro Nadal, La Jornada

El Fondo Monetario Internacional siempre ha buscado mantener la reputación de que sus intervenciones están basadas en análisis técnicos de la mejor calidad. También pretende mantener una política de transparencia que proporcione mayor legitimidad a sus acciones. Por eso mantiene una Oficina Independiente de Evaluación (OIE), que lleva a cabo peritajes sobre diversos aspectos de su actividad. La OIE responde directamente al consejo de directores ejecutivos y su mandato está por arriba de la directora gerente, Christine Lagarde.

En su último reporte la OIE (disponible en ieo-imf.org) ofrece un escalofriante diagnóstico sobre la incapacidad técnica del máximo organismo responsable del sistema de pagos internacionales. El informe se concentra en el manejo de la crisis en el contexto de la eurozona y en las intervenciones del Fondo en las economías de Grecia, Irlanda y Portugal. Estos programas de rescate fueron los primeros casos de aplicación de programas de ajuste en países desarrollados en el marco de una unión monetaria. La experiencia de las intervenciones del FMI en América Latina y el sudeste asiático no es mencionada en el informe, pero vale la pena no perder de vista sus efectos nefastos a lo largo de los últimos 20 años.

martes, 2 de agosto de 2016

Marx llevaba bastante razón

Vicenç Navarro, Público.es

Como consecuencia del enorme dominio que las fuerzas conservadoras tienen en los mayores medios de difusión y comunicación, incluso académicos, en España (incluyendo Catalunya), el grado de desconocimiento de las distintas teorías económicas derivadas de los escritos de Karl Marx en estos medios es abrumador. Por ejemplo, si alguien sugiere que para salir de la Gran Recesión se necesita estimular la demanda, inmediatamente le ponen a uno la etiqueta de ser un keynesiano, neo-keynesiano o “lo que fuera” keynesiano. En realidad, tal medida pertenece no tanto a Keynes, sino a las teorías de Kalecki, el gran pensador polaco, claramente enraizado en la tradición marxista, que, según el economista keynesiano más conocido hoy en el mundo, Paul Krugman, es el pensador que ha analizado y predicho mejor el capitalismo, y cuyos trabajos sirven mejor para entender no solo la Gran Depresión, sino también la Gran Recesión. En realidad, según Joan Robinson, profesora de Economía en la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, y discípula predilecta de Keynes, este conocía y, según Robinson, fue influenciado en gran medida por los trabajos de Kalecki.

Ahora bien, como Keynes es más tolerado que Marx en el mundo académico universitario, a muchos académicos les asusta estar o ser percibidos como marxistas y prefieren camuflarse bajo el término de keynesianos. El camuflaje es una forma de lucha por la supervivencia en ambientes tan profundamente derechistas, como ocurre en España, incluyendo Catalunya, donde cuarenta años de dictadura fascista y otros tantos de democracia supervisada por los poderes fácticos de siempre han dejado su marca. Al lector que se crea que exagero le invito a la siguiente reflexión. Suponga que yo, en una entrevista televisiva (que es más que improbable que ocurra en los medios altamente controlados que nos rodean), dijera que “la lucha de clases, con la victoria de la clase capitalista sobre la clase trabajadora, es esencial para entender la situación social y económica en España y en Catalunya”; es más que probable que el entrevistador y el oyente me mirasen con cara de incredulidad, pensando que lo que estaría diciendo sería tan anticuado que sería penoso que yo todavía estuviera diciendo tales sandeces. Ahora bien, en el lenguaje del establishment español (incluyendo el catalán) se suele confundir antiguo con anticuado, sin darse cuenta de que una idea o un principio pueden ser muy antiguos, pero no necesariamente anticuados. La ley de la gravedad es muy, pero que muy antigua, y sin embargo, no es anticuada. Si no se lo cree, salte de un cuarto piso y lo verá.

lunes, 1 de agosto de 2016

El neoliberalismo, o el robo institucionalizado de los bienes sociales

Juan Manuel Aragües, ElVentano.es

El neoliberalismo, como ideología dominante de nuestras sociedades, se ha mostrado como una estrategia de las élites dirigentes tendente a expoliar a la sociedad de bienes y derechos que se consiguieron tras décadas de durísimas luchas sociales a lo largo del planeta. Las políticas neoliberales se aplican a privatizar bienes comunes, como el agua, o servicios, como la educación, las pensiones, la sanidad, con el objetivo de convertir en negocio de unos pocos lo que hasta ese momento había sido patrimonio colectivo. Dicho de manera contundente, el neoliberalismo se sustenta en el robo institucionalizado de los bienes sociales.

En realidad, la práctica neoliberal no es una excepción histórica, sino más bien la norma. Desde sus orígenes, el capitalismo se ha sustentado en una dinámica expoliadora en la que los pocos se hacían con los bienes de los muchos. El desarrollo inicial del capitalismo en Inglaterra, allá por los siglos XVI-XVII, se sustenta en un proceso de cercado de campos y privatización de bosques comunales, lo que sumió en la pobreza a miles de campesinos y enriqueció de forma fabulosa a una minoría, que consiguió una acumulación de capital de tal magnitud que pudo dar origen a la tremenda empresa de industrialización del XIX.

Quiénes están detrás de los yihadistas, según Putin y Trump


Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

El reporte europeo Comercio de armas de los Balcanes sustenta que existe un conducto de armas por un valor de mil 344 millones de dólares sin precedente que fluye de Europa Central y Oriental a los campos de batalla del Medio Oriente y que luego son desviados a los yihadistas del califato islámico (http://goo.gl/2MAaYX).

Occidente sembró los vientos bélicos que ahora cosecha como tempestades yihadistas que han proliferado en toda Eurasia: desde una de sus peores atrocidades perpetrada contra la minoría de los hazaras (15 por ciento de la población, en su mayoría chiítas) de Afganistán (http://goo.gl/Gr0XzK) hasta los execrables atentados en Alemania y Francia (Normandía), donde fue degollado un prelado católico de 86 años en un altar, ante dos monjas, por jóvenes salafistas. ¡Ultrajante crueldad sin límites!

Vale la pena excavar la histórica declaración de finales de 2014 del zar Vladimir Putin quien, en respuesta a un periodista estadounidense en el Club de Discusión Internacional Valdai, reveló “que todo el mundo sabe exactamente (sic) quién creó a los yihadistas (https://goo.gl/bGbSsD)” del califato islámico.

viernes, 29 de julio de 2016

Francia: el neoliberalismo y la lucha de clases

Maciek Wisniewski, La Jornada

El neoliberalismo nació como un proyecto de clase (D. Harvey dixit). Un proyecto de clases altas que ante la caída de los niveles de ganancia desde las décadas de los 60 y 70 querían suprimir a los trabajadores y revertir esta tendencia desmantelando todo lo colectivo y social organizado.

Desde sus inicios fue una guerra de clases desde arriba. Para tapar su verdadera naturaleza se ideó toda una campaña de simulaciones ideológicas. Los neoliberales, como los nuevos conquistadores del mercado de los que escribía alguna vez John Berger –que son básicamente los mismos–, invertían los signos y falseaban las direcciones para confundir a la gente (Hold everything dear, 2008, p. 122).

Las divisiones de clases y su lucha ya son cosas del pasado, decían; “las únicas divisiones que importan ahora son las ‘identitarias’”. Así –secundados intelectualmente por algunos post-marxistas– buscaban despolitizar lo público y dejar a los trabajadores confundidos y aferrados a las únicas identidades disponibles: étnica, nacional y religiosa.

¿Existe la clase trabajadora?

Vicenç Navarro, Público

Uno de los libros escritos en el Reino Unido que sería de desear que fuera ampliamente leído en España (al ser especialmente relevante para este país) es el excelente libro de Owen Jones Chavs. La demonización de la clase obrera. En este libro, el autor detalla cómo en la sociedad británica, caracterizada por una estratificación muy acentuada por clase social, la clase dominante que controla los mayores medios de información ha configurado una cultura que ensalza a tal clase, mientras que menosprecia y discrimina a la clase trabajadora, utilizando en su lenguaje expresiones ofensivas para definir a dicha clase. Un ejemplo es la utilización del término “chavs” para definir a miembros de tal clase, la palabra utilizada en el título del libro, que en la cultura española (incluyendo la catalana) equivaldría a definir a miembros de la clase trabajadora como miembros de la “clase baja”.

En cierta manera, la situación es incluso peor en España, pues aquí ni siquiera aparece el término de clase trabajadora. En realidad, la clase trabajadora ha desaparecido prácticamente en el discurso político, literario y mediático del país, y raramente aparece en los medios. Las series televisivas tienen como protagonistas profesionales de la clase media de renta alta (frecuentemente de la clase media profesional), que reflejan esta visión (errónea) de que la mayoría de la población es y se siente de clase media. En España el término de clase trabajadora definitivamente ha dejado de existir, de manera que en la estratificación social más utilizada en los medios (incluyendo los académicos) se distinguen tres clases: la clase alta, la clase media y la clase baja, utilizándose este último término para definir a la clase trabajadora, la cual se considera que está desapareciendo, encontrándose próxima a su extinción. Hoy incluso dirigentes de izquierdas son reacios a utilizar el término de clase trabajadora por considerarlo anticuado, y en su lugar utilizan el término clase media (o en ocasiones clase baja) para definirla.

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